Educar en
tiempos inciertos es un libro que nos explica cómo ha evolucionado la educación
y como repercute en la sociedad así como la sociedad evoluciona rápidamente y
la escuela tiene que adaptarse a ella. Nos hace ver como la sociedad corre a un
ritmo tan vertiginoso que la educación tiene que ir adaptándose a esos cambios,
cambios generacionales, industriales, familiares, políticos. El único
problema es que la educación no puede seguir ese ritmo tan rápido y cubrir
todas las necesidades de la sociedad en sí. Por lo tanto, el autor nos hace ver
como a su vez esto ha generado un cambio en la profesión, es decir, las
transformaciones que han sufrido las instituciones escolares y sus políticas
educativas.
Habla de la educación y el cambio social, el
autor nos habla de que las escuelas tienden a ser reproductoras cuando la
sociedad es estable y progresistas cuando la sociedad es cambiante. Existen 3
tipos de cambio en la historia de la humanidad; el cambio suprageneracional que
es un cambio imperceptible de una generación a otra, en el que cada persona se
incorpora al mundo de la generación anterior, es decir que no hay cambios en la
educación. El cambio intergeneracional que es un cambio perceptible aunque sea
en distintos momentos, y un ejemplo muy claro que pone el autor es el paso de
la agricultura a la industria. Aquí una o varias generaciones han de acoplarse
a un mundo distinto el que las generaciones anteriores no les pueden guiar y
por ello se necesitan instituciones educativas nuevas. El cambio
intrageneracional es el cambio perceptible dentro de una generación, este
cambio implica una readaptación a las nuevas condiciones y seguir aprendiendo a
lo largo de toda la vida. También explica la relación que tiene la educación y
la economía y como repercute en el empleo. Con la aparición de la fábrica se
disuelve la economía de subsistencia, ahora las familias se dispersan
trabajando para las fábricas por lo tanto ahora las escuelas se tiene que
adaptar a este cambio que a su vez evoluciona de manera que las empresas exigen
los títulos académicos para valorar a los trabajadores.
Las
empresas también evolucionan ajustando sus recursos a las necesidades del
mercado y buscando nuevos mercados a través de nuevos productos. Esta evolución
también afecta al trabajador porque tiene que ir readaptándose, Estado como
beneficiario de la escuela debido a que los poderes políticos necesitan a la
escuela para formar. Existe un problema y es que la escuela utiliza un modelo
único, uniforme de enseñanza destinado al grupo dominante, esto excluye a
ciertas minorías étnicas y la educación no está adaptada a ellos. La escuela lo
que hace con este problema es aceptar la cultura diferente pero sin esforzarse
en comprenderla con lo que ya no podemos hablar de multiculturalidad. Una de
las soluciones que propone el autor es la globalización cultural al igual que
la rápida circulación de las mercancías adelantándose a las personas y esto es
competencia de la escuela. Igualmente, nos relata el autor como ha ido
cambiando las costumbres de las familias citándonos varios ejemplos como,
las vacaciones de los niños en las calles de los pueblos sin tener que
preocuparse, se sabe quién es quién es decir, se conoce todo el mundo, la madre
está en casa con los hijos, el aprendizaje de los oficios familiares,
pero todo esto cambia completamente. Ahora la escuela acapara toda la niñez, la
adolescencia y gran parte de la juventud para aproximar a los jóvenes la
diversidad existente y creciente en la sociedad global ya que las familias no
se pueden encargar de esto pero si de otras cosas como por ejemplo la convivencia
doméstica.
La
conclusión de esto es que la familia y la escuela son las encargadas de esta
tarea, otro de los puntos a tratar en este tema es el cambio de la jerarquía,
antiguamente los maestros eran los que lo sabían todo si se comparaban con los padres,
pero ahora no, actualmente los padres incluso tienen niveles académicos incluso
más elevados que los profesores, el desarrollo de los programas escolares para
alcanzar la igualdad social, pero la sociedad se presenta con un problema de
desigualdades de género y desigualdades étnicas debido a la inmigración y es
aquí cuando la escuela tiene que actuar aplicando lo que la sociedad quiere o
necesita. Todavía queda mucho por hacer según el autor ya que la institución
escolar es muy complicada, la política educativa muestra dificultades y hay una
gran cantidad de problemas que no se han resuelto todavía, la influencia de las organizaciones en la
educación, ya que esta debería de depender más de los individuos. Todos los
centros de enseñanza son una organización y ésta a su vez es la ordenación de
cierto número de actividades personales y medios materiales para lograr ciertos
objetivos. Cada uno de ellos tiene una buena coordinación interna pero ajena a
las condiciones externas.
El
capítulo séptimo hace referencia al cambio de la profesión del profesorado. En
primer lugar decir que con la feminización se facilitó algunos cambios de la
educación como por ejemplo, la incorporación de las niñas a la escuela y
no solo eso sino también el magisterio pasaron a constituir una de las más
importantes salidas laborales para las mujeres. Otro punto a tener en cuenta es
la pérdida de vocación que ha habido en dicha profesión, debido a las
vacaciones, horarios, jubilación, promoción rápida, de esta ha provocado
la atracción por esta profesión sin tener en cuenta la vocación. Otro cambio
importante, muchos profesores desean más autonomía para experimentar e innovar
en la escuela, en cambio, otros no la quieren porque consideran que más
autonomía significa más responsabilidad y mayor riesgo de equivocarse. Aquí
también se habla de dos definiciones de profesionalidad y que yo considero
importante; una es la de ocupaciones que se caracterizan por un alto nivel de
cualificación, y el otra es la identificación de las profesiones que se ejercen
por cuenta propia en el mercado. Para finalizar el autor nos dice que se debe
respetar la autonomía profesional individual, pero también el compromiso con el
centro como equipo de trabajo y la apertura al público como titular de derechos
y protagonista de necesidades. A pesar de que me ha resultado bastante costoso
leer este libro y hay capítulos que me he tenido que leer dos veces para
entenderlos, este es un libro que recomendaría leer a más de una persona.
Autor: Ingrid Diaz
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